Bagno a Ripoli, ubicada a unos 7 kilómetros al sureste de Florencia, es una ciudad de origen etrusco que asumió importancia como centro comercial en la época romana.
Los romanos la eligieron como ciudad balneario (de ahí el nombre de Bath) y las excavaciones de Via della Nave muestran los restos de un edificio de esa época. También hay muchos castillos, villas renacentistas y casas-torre en la ciudad.
Tres eventos importantes dan vida a Bagno a Ripoli: la Justa de la Estrella en septiembre, la Feria de Antigüedades dell’Antella en octubre y la recreación histórica de la Pasión de Cristo el Viernes Santo en Grassina. Estos eventos son cuidadosamente preparados por las asociaciones de la ciudad y atraen a muchos visitantes cada año, lo que convierte a la ciudad en un importante centro de cultura y preservación de las tradiciones populares.
Que ver en Bagno a Ripoli
La ciudad en sí es encantadora con la arquitectura de la Edad Media y el Renacimiento. Algunos de los lugares de interés destacados incluyen la Pieve di San Pietro, una iglesia del siglo VIII cuya sencilla estructura de piedra esconde interesantes frescos.
La Pieve di San Donnino, también del siglo VIII, es una amplia iglesia románica que domina el valle del río Arno. El interesante Oratorio di Santa Caterina data de la década de 1350 y fue la capilla privada de la noble familia Alberti. En el interior hay una gran cantidad de frescos pintados por tres maestros toscanos.
El histórico Spedale del Bigallo fue alguna vez un hospital que atendía a los peregrinos que pasaban por allí, pero ahora alberga eventos especiales y ceremonias opulentas. Los jardines son preciosos.
Los castillos todavía vigilan las colinas circundantes, que son estructuras de piedra pintorescas y misteriosas, que vale la pena ver más de cerca y tomar fotografías. La Villa Lappeggi de la familia Medici se encuentra en un parque bien cuidado en el pueblo de Lappeggi. Recorra los jardines y la mansión de Villa Mondeggi, con arte y lujosos artículos para el hogar, junto con jardines formales llenos de fuentes y senderos. Visite algunas de las bodegas y molinos de oliva cercanos para probar las cosechas y el aceite de la región.
Si bien Bagno a Ripoli es pequeño, hay una cantidad sorprendentemente buena de restaurantes, cafeterías y cafeterías para disfrutar aquí. Las vistas son estupendas. Aquí también se encuentran tiendas de comestibles y otras pequeñas tiendas.
También hay posadas rurales donde se sirven platos regionales elaborados con productos locales. Bagno a Ripoli es tranquilo pero está cerca de la autopista y está ubicado a pocos minutos de los esplendores de Florencia. En poco tiempo podrás ver las fascinantes ciudades de Siena, Arezzo y las colinas de Chianti. También se puede llegar al lago Trasimeno, la costa mediterránea y la vibrante ciudad de Bolonia.
Cada Pentecostés, la ciudad organiza un festival para recrear a los Guardias Comunales, los jóvenes reclutados bajo la antigua Liga de Ripoli que servían en las defensas de la ciudad.